VIOLENCIA PSICOLÓGICA

Más difícil de detectar, en muchos casos, que los malos tratos físicos. Causan un sufrimiento que va deteriorando paulatinamente la salud física y mental de la agredida. Violencia psíquica es toda conducta orientada a la desvalorización de la otra persona. Va encaminada a que la mujer agredida vaya perdiendo la autoestima, la seguridad en sí misma, a limitar al máximo su autonomía personal y la iniciativa propia. De esta manera el agresor la convierte en un ser pasivo y dócil al que poder manejar a su capricho.

Son comportamientos y actitudes – no sólo palabras – que buscan hacer daño a través del desprecio – “no vales para nada” -, la humillación – “eres tonta”, la culpabilización –”yo no soy así, tú me obligas con tu actitud”. Se producen también cuando la pareja muestra indiferencia ante las necesidades, opiniones, trabajos o actitudes realizadas por la mujer. Cuando pretende controlar las actividades, las relaciones personales, el trabajo y hasta sus medios de subsistencia. Este tipo de conductas nunca cambian, excepto para empeorar. El agresor necesita dominar, empequeñecer a la mujer para sentirse poderoso ante sí mismo.